Las chimeneas siempre han tenido un papel especial en el hogar como un punto de encuentro, un elemento que aporta calidez y carácter al espacio. Sin embargo, su diseño y materiales han evolucionado notablemente en los últimos años. Hoy, gracias a la transformación de placas cerámicas de gran formato en porcelánico, es posible diseñar chimeneas que combinan estética sofisticada, resistencia técnica y facilidad de mantenimiento.
El gran reto de una chimenea es encontrar un material que soporte el calor y mantenga su aspecto impecable a lo largo del tiempo y ahí es donde el porcelánico entra en juego aportando sus ventajas únicas. Al ser un material compacto, no se altera con las altas temperaturas y conserva sus acabados originales sin agrietarse ni perder color. Esto lo convierte en una elección segura tanto en viviendas particulares como en proyectos contract donde la chimenea es un elemento protagonista, como hoteles boutique o restaurantes de diseño.

Pero más allá de su resistencia, el porcelánico permite un nivel de personalización difícil de igualar. Las placas de gran formato reducen al mínimo las juntas, aportando una estética limpia y continua que resalta la presencia de la chimenea en el espacio. Los acabados pueden ir desde imitaciones hiperrealistas de mármol o piedra natural hasta propuestas más urbanas como cementos y metales. Esta variedad abre la puerta a estilos muy distintos: desde un salón clásico y elegante hasta un loft contemporáneo de inspiración industrial.
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En PLAKA, cada chimenea se diseña y fabrica a medida. El trabajo comienza con la elección del acabado cerámico más adecuado para el estilo del espacio y continúa con cortes de precisión que garantizan un ajuste perfecto. De este modo, el revestimiento no solo protege frente al calor, sino que también se integra como un elemento de diseño coherente con el resto del proyecto.
Además, el porcelánico es un material higiénico y de bajo mantenimiento. A diferencia de la piedra natural, que puede absorber manchas, las superficies porcelánicas permanecen inalterables y se limpian fácilmente con productos cotidianos, algo muy valorado en espacios de uso intensivo.
En definitiva, las chimeneas revestidas con porcelánico representan la unión entre tradición y modernidad. Conservan la esencia acogedora de siempre, pero la reinterpretan con un lenguaje actual, donde la resistencia técnica y la libertad creativa permiten diseñar espacios únicos, preparados para durar.