El baño se ha convertido en uno de los espacios donde más se nota la evolución del diseño interior. Ya no se trata solo de elegir materiales resistentes, sino de conseguir una atmósfera serena, bien construida y coherente con el resto del proyecto. En ese proceso, los lavabos en porcelánico, integrados mediante PLK System o en formato tótem, aportan una forma nueva de entender el material y su relación con la arquitectura del espacio.
El PLK System permite unir el lavabo y la encimera de porcelánico de forma continua y bien ajustada. Con este método, se elimina la junta visible entre las piezas, lo que hace que la superficie sea más fácil de limpiar y mantenga una apariencia uniforme. Es una solución práctica y fiable, pensada tanto para viviendas como para proyectos profesionales donde se busca precisión y buen acabado.
Para el profesional, supone un recurso técnico versátil. La posibilidad de definir medidas, geometrías y espesores a medida abre la puerta a composiciones más equilibradas, donde el lavabo se adapta al proyecto y no al revés. El porcelánico mantiene su color y textura incluso en zonas húmedas, resiste el uso intensivo y se comporta con estabilidad frente al paso del tiempo, lo que lo convierte en una apuesta fiable y duradera.
En paralelo, los lavabos tótem introducen una visión más escultórica del baño. Su presencia vertical y su diseño exento los convierten en piezas de carácter, capaces de ordenar el espacio con pocos elementos. Funcionan especialmente bien en entornos amplios o públicos como hoteles, oficinas o zonas comunes, entre otros, donde la solidez del material técnico se combina con una imagen cuidada y sin recargos, además de atemporal.
Ambos formatos comparten un principio común: dar protagonismo al material. El porcelánico no busca sólo decorar, sino también definir una forma de construir baños más racionales, con líneas claras y detalles bien ejecutados. En cada proyecto, estos lavabos aportan precisión, coherencia y una sensación de calma material que trasciende tendencias.
Más que un componente funcional, el lavabo se convierte en un punto de encuentro entre técnica y diseño en proyectos de baños. Una superficie que responde al uso diario con naturalidad y que demuestra cómo la innovación también puede expresarse a través de la sencillez.